Lamentablemente la debacle académica que sucede cuando un individuo con título falso es nombrado a una posicion directiva tiene más de un precedente y uno en particular se puede usar como caso de estudio. El caso, el año pasado, de Marco Antonio Cerón, Director General de Administración y Finanzas de la Universidad de la Américas (UDLA) tiene muchos puntos en común con la situación en la Universidad de Guanajuato y en menor grado con la situación en la Universidad Autónoma de Zacatecas: un puesto directivo universitario y un falso título de la misma universidad "patito", Pacific Western University (PWU).
Sacado a la luz por el periódico estudiantil La Catarina el 25 de abril del 2007, Cerón ya había sido docente de varias instituciones. Tras un escándalo que quizás le costo el trabajo al Presidente del Consejo Universitario, Cerón tuvo que renunciar, debido, como lo admitió el Rector de la UDLA, "a la controversia sobre su título de doctor, otorgado por una institución estadounidense 'fabricadora' de diplomas [PWU]".
La Catarina, en su articulo original, entrevistó a Margaret Soltan, profesora de la Universidad George Washington y famosa blogger, quien señalo:
Este caso confirma dos cosas: primero, es difícil ocultar este tipo de fraude hoy en día, y segundo, la presencia de individuos con esta clase de títulos pone en duda no solo la calidad de una institución, sino también la ética de quien los dirige.
Sacado a la luz por el periódico estudiantil La Catarina el 25 de abril del 2007, Cerón ya había sido docente de varias instituciones. Tras un escándalo que quizás le costo el trabajo al Presidente del Consejo Universitario, Cerón tuvo que renunciar, debido, como lo admitió el Rector de la UDLA, "a la controversia sobre su título de doctor, otorgado por una institución estadounidense 'fabricadora' de diplomas [PWU]".
La Catarina, en su articulo original, entrevistó a Margaret Soltan, profesora de la Universidad George Washington y famosa blogger, quien señalo:
“También es una mancha moral sobre la persona que ostenta ese título, ya que la persona debe haber sabido que la escuela es una farsa. Presentar un título de la PWU es revelarse como un cínico e indiferente a los valores educativos”La profesora también confirmó que PWU "es una evidente fábrica de diplomas y que un título de esa universidad carece de valor".
Este caso confirma dos cosas: primero, es difícil ocultar este tipo de fraude hoy en día, y segundo, la presencia de individuos con esta clase de títulos pone en duda no solo la calidad de una institución, sino también la ética de quien los dirige.