Terminamos esta semana con un buen candidato. Director de la Facultad de Contaduría Pública y Administración de la Universidad Autónoma de Nuevo León por dos periodos (hasta ahora), nuestro candidato se ostenta como doctor gracias a un doctorado patito en Administración Empresarial que compro de Pacific Western University, "institución changarro" sin reconocimiento de validez oficial de estudios (sin RVOE) ni en México ni en los Estados Unidos.
Nuestro candidato, Jorge Castillo Villarreal, también es maestro de planta de la misma facultad en la UANL e igualmente miembro del Comité Doctoral. Agradecemos mucho a la persona que nos envió la denuncia y el curriculum de este individuo.
El Cuadro responsabiliza no solo a este individuo pero también al rector José Antonio González Treviño, a la administración universitaria, y hasta a la comunidad estudiantil y docente, quien «le otorgó al [candidato] su confianza para dirigir los destinos de la escuela de negocios».
¿Acaso nadie se dio cuenta que una persona sin doctorado (y seamos claros, el candidato no es doctor) no puede dirigir estudios doctorales y mucho menos otorgar doctorados? Y no solo es cuestión de un título, como lo señaló Anónimo: «Aquí, los doctores 'patito' representan un problema de ética profesional. Es el engaño, el dolo y el tratar de 'meter gol' lo que está mal.» Es esta falta de ética profesional que devalúa los títulos firmados por el candidato, a la universidad y todas las personas que lo protegen. Corrupción, pura y simple.
Nuestro candidato, Jorge Castillo Villarreal, también es maestro de planta de la misma facultad en la UANL e igualmente miembro del Comité Doctoral. Agradecemos mucho a la persona que nos envió la denuncia y el curriculum de este individuo.
El Cuadro responsabiliza no solo a este individuo pero también al rector José Antonio González Treviño, a la administración universitaria, y hasta a la comunidad estudiantil y docente, quien «le otorgó al [candidato] su confianza para dirigir los destinos de la escuela de negocios».
¿Acaso nadie se dio cuenta que una persona sin doctorado (y seamos claros, el candidato no es doctor) no puede dirigir estudios doctorales y mucho menos otorgar doctorados? Y no solo es cuestión de un título, como lo señaló Anónimo: «Aquí, los doctores 'patito' representan un problema de ética profesional. Es el engaño, el dolo y el tratar de 'meter gol' lo que está mal.» Es esta falta de ética profesional que devalúa los títulos firmados por el candidato, a la universidad y todas las personas que lo protegen. Corrupción, pura y simple.